
La acelerada digitalización en México ha potenciado el acceso a Internet, el teletrabajo y la adopción de servicios digitales. Sin embargo, este crecimiento también ha incrementado la superficie de ataque para la ciberdelincuencia, generando riesgos que van desde el robo de información hasta fraudes financieros y ataques de ingeniería social.
Panorama actual de la ciberseguridad en México
- En el año 2000, solo el 5.08 % de la población tenía acceso a Internet; hoy, más del 70 % está conectada.
- Desde 2013, la conectividad es reconocida como un derecho constitucional.
- En 2021, México concentró el 67 % de los intentos de ataque cibernético en América Latina, lo que lo posiciona como uno de los países más vulnerables de la región.
Este contexto revela un escenario en el que la ciberseguridad no es opcional, sino una condición necesaria para el desarrollo económico y la confianza digital.
Marco legal y normativo
México cuenta con leyes y normas que buscan regular y proteger el manejo de la información digital:
- Ley Federal de Protección de Datos Personales en Posesión de los Particulares
- Ley Federal de Transparencia y Acceso a la Información Pública
- Normas Oficiales Mexicanas (NOM) aplicables a la conservación de mensajes de datos
- Legislación complementaria como la Ley de Instituciones de Crédito, la Ley de Títulos y Operaciones de Crédito, la Ley de Propiedad Industrial y la Ley de Derecho de Autor.
Además, empresas en México han comenzado a alinearse con marcos internacionales como:
- ISO 27000, para la gestión de la seguridad de la información.
- GDPR (Reglamento General de Protección de Datos, UE), como referencia para el manejo de datos sensibles.
- CCPA (California Consumer Privacy Act), que establece estándares de privacidad considerados como modelo en el continente.
Retos principales
A pesar de los avances normativos, los desafíos son evidentes:
- Adaptar medidas de seguridad accesibles y escalables para organizaciones de distintos tamaños.
- Asegurar tanto software como hardware, considerando que la pérdida física de dispositivos sigue siendo una amenaza crítica.
- Fortalecer la conciencia del usuario frente a técnicas de fraude como el phishing y el ransomware.

Recomendaciones para las organizaciones
Para reducir riesgos y fortalecer su resiliencia digital, las empresas en México deben implementar acciones técnicas y estratégicas como:
1. Evaluaciones periódicas de ciberseguridad:
Auditorías que identifiquen vulnerabilidades en infraestructura y procesos.
2. Diseño de un plan de seguridad integral:
Definición de objetivos, priorización de riesgos y asignación de recursos.
3. Servicios gestionados de ciberseguridad:
Monitoreo continuo y soporte especializado para responder a incidentes.
4. Protección del hardware:
Políticas de acceso físico, contraseñas robustas y gestión de dispositivos.
5. Cifrado y respaldo de datos:
Garantizar la confidencialidad y disponibilidad de la información ante un incidente.
El entorno digital en México exige que las empresas fortalezcan sus prácticas de ciberseguridad con una visión integral. La combinación de cumplimiento normativo, tecnología, capacitación y servicios especializados constituye la base para enfrentar un panorama de amenazas cada vez más complejo y dinámico.
Invertir en ciberseguridad no es un gasto, sino una estrategia clave para proteger activos, mantener la continuidad operativa y generar confianza en clientes y socios.
